Me cala hasta los huesos

Me gusta esa sensación del frio aferrándose a mis manos y casi a cada partícula de mi cuerpo. Me gusta sentir como cuando el agua caliente de la ducha recae en mi espalda rompiendo la barrera de lo helado con lo ardiente, es como si esa parte de tu figura se hiciera añicos, pero luego se reconstruyera, haciéndola volver a la vida.

Me gustan estos días, tan gélidos, donde lo único que quieres es permanecer debajo de una cobija y embriagarte de olor hogareño.

Sí, me gusta este frío que me cala hasta los huesos, me gusta sentirme aprisionada entre sus brazos.