Qué bonito es tener una amistad que sabes que aunque pasen cosas, va a durar mucho tiempo. Que en cualquier momento que tú lo necesites esa persona va a estar ahí para tí. Que te aguanta tu carácter, que conoce tus gustos y disgustos y que te hace reír en pasajeros momentos tristes.
Te puedes pasar horas platicando con esa persona que es una parte especial de tu vida, y sentir que fueron tan sólo unos minutos que estuviste con él o con ella, y que por más tonto, ilógico o repetitivo sea lo que digas, esa persona siempre te escuchará.
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